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SUPERVIVENCIA DE LA SERIE B EN FESTIVALES LOCALES

 



LA SUPERVIVENCIA DE LA SERIE B EN FESTIVALES LOCALES

 

Si hablamos de cine oculto, no hay nada más ocultista (valga la redundancia) que el cine de terror de Serie B). ¿Sabías que la casquería de ‘La noche de los muertos vivientes’ fue cedida por un carnicero local y que George A. Romero introduce su nombre en los créditos o que Sam Raimi iluminó las escenas nocturnas de su ‘Evil Dead’ con los faros de su coche? Si nos ponemos a indagar en los entresijos de las producciones más trash no acabaríamos nunca, porque estas películas de garaje son las que han nutrido al verdadero cine de género durante décadas y lo siguen haciendo. Incluso la madre de ‘El Vengador Tóxico’, Troma, sigue haciendo sus peliculitas desde su modesta sede en Long Island.

 

Alejados de los grandes festivales fantásticos del panorama internacional hay citas menores, vamos a llamarlas, que por fuerza o vocación, han decido dar voz a títulos que se siguen rodando en las trastiendas o, casi mejor, en el sótano de casa, haciendo apología además del gore y el terror más puro para que éste no se mancille con otros géneros velados.

 

 

En España, el auge en la última década de festivales de género en el ámbito local ha conseguido (al menos vamos a reconocerles eso, por favor), facilitar el acceso a una serie de producciones internacionales históricamente marginadas al culto de los videoclubs más underground y, en la actualidad, desvinculadas del mundo 2.0 por necesidad.

 

En este panorama encontramos laureles cada vez más consolidados como el Festival de Cine Fantástico de Torremolinos, citas ineludibles a tener en cuenta como Hemoglozine en Ciudad Real, la Semana de Cine Catacumba en Valencia o la Muestra de Cine de Alcantarilla sobre fantástico y gore de Elche, así como nuevas y prometedoras propuestas como el festival de cine fantástico y de terror La Mano en Alcobendas.

 

Pero nosotros queremos adentraros aún más en el magma del subgénero para analizar el trabajo de festivales localistas que tienden a ese "cinéma du garage" y que nos lleva, en esta ocasión, a recalar en los municipios de Fuenlabrada y Amposta, pasando antes por Alicante para ponernos en tesitura de la mano del director Manolito Motosierra.

 

 

NAVIDADES SANGRIENTAS DE ALICANTE

 

Entre las citas más antiguas y hemofílicas nos encontramos con ‘Navidades Sangrientas’, un festival surgido en Alicante en 1999 levantado por el también director de películas gore Manolito Motosierra (‘Jodidos Kabrones’, ‘Carnívoros’). “Por aquellas fechas yo tenía un montón de cortos que había realizado desde finales de los ‘80 y ningún festival los quería de lo malos que eran, así que decidí organizar una serie de fiestas en pubs que tuvieron tan buena acogida que pensamos en organizar algo más grande, para dar a conocer a otros realizadores como yo que hacían cine casposo, gore y similares”, nos confiesa.

 

“Antes nadie hacia terror como ahora, y el nivel era muy dicharachero”, dice el director, y recuerda que en la primera edición le llegaron unos 200 cortos en VHS. “También costó mucho darlo a conocer ya que antes no había Internet y todo era a base de correos y propaganda en fanzines”, apunta Manolito al hilo de la importancia que han adquirido en la última década este tipo de festivales de género para facilitar el acceso a una serie de producciones históricamente amparadas por las trastiendas de los videoclubes. “Es la manera mas directa para ofrecer a los aficionados una experiencia en vivo”, matiza, ya que “hoy con Internet cualquiera puede a dar a conocer sus trabajos, pero estos festivales son más encuentro que un medio de propagación o difusión”.

 

 

Durante la última década, pesos pesados del terror y gore como Marc Grass, Jörg Buttgereit, Julián Lara, Nacho Cerdá, Pedro Tembury o incluso el director de Troma, Lloyd Kaufman, se han pasado por este insospechado festival alicantino con alguna de sus películas bajo el brazo. Sin ir más lejos, en esta edición se ha podido ver fuera de concurso un título clave del gore europeo actual: la inédita ‘Thanatomorphose’, de Eric Falardeau, “una mezcla entre el ultragore alemán de Buttgereit y las asquerosidades niponas”, según Manolito Motosierra.

 

“Después de la proyección hubo quien dijo que lo había pasado mal viéndola”, reconoce divertido el director del festival, lo que hace que nos preguntemos por la respuesta del público ante un género desvirtuado en tantas ocasiones y que pocas veces tiene la oportunidad de mostrarse en su estado de gracia. Películas como ‘Thanatomorphose’ no las considero terror, el terror moderno de hoy en día es ‘Rec’, ‘Saw’ y similares y se hacen para vender a un publico en general. Las películas que nosotros proyectamos son para fans del gore, para una minoría”, matiza. “Quien nunca ha visto película de este estilo pueden pasar dos cosas: que se vayan a mitad de proyección o que te sorprendan diciendo, no ha estado mal, me he divertido viéndola” y más que estar formado, quizá lo que se necesite es tener estómago y ganas de reírse de uno mismo, ”la gente se forma viéndolas y si te gusta una peli pues querrás ver mas después, con lo cual, ya has comenzado tu iniciación”.

 

 

BLOOD FILM FESTIVAL DE FUENLABRADA

 

En 2008 apareció este festival de cine terror posicionándose como el único de género en Madrid. A día de hoy han surgido otras citas de mayor calado mediático, pero el Blood Film Festival de Fuenlabrada ha conseguido reinventarse a fuerza de proyectar obras inéditas en nuestro país como ‘The Bunny Game’ (Adam Rehmeir, 2012) o clásicos de culto de propiedad pública como ‘La parada de los monstruos’ (Tod Browning, 1932) y, en esta última edición inaugurando una sección de autoproducciones de serie B modernas.

 

El director del festival, Jorge Amelín, explica que, “hace tres años decidimos dar cabida en nuestro festival a un género minoritario como son los cortometrajes, y la acogida fue muy buena entre nuestro público, que decidimos este año ampliar el abanico de proyecciones a otro gran desconocido como es el mundo de los largometrajes que no cuentan con el respaldo de una gran productora detrás”.

 

 

Entra las películas seleccionadas nos encontramos ‘Lección Debida’, la ópera prima en el largo del solvente cortometrajista Iván Ruiz, que consigue empapar de dramatismo un enmascarado torture-porn. El jurado del Blood Film Festival destacó de ella “la interpretación de los personajes y las metáforas poéticas con los elementos, como el agua, el cristal o los colores que se utilizan”. También se pudo ver la producción hispano-estadounidense ‘Ixtab’, de Manuel Eiras, un relato de suspense en el que destaca, sobre todo, su escenario de realidad en circuito cerrado en pro de la verosimilitud. E ‘Ishalem, memorias de un vampiro’, una fábula vampírica posmodernista de Sergio González-Román donde “la calidad fotográfica y composición” resaltan el tono neogótico del film.

 

Aunque el premio, el primero que da el Blood Film Festival en esta sección, se lo lleva la brasileña ‘Beyond the grave’, de Oliveira Pinheiro. Un galardón en principio polémico por el ritmo desigual del film, pero que acaba por hacer metástasis con el espectador reforzando “la agonía e impotencia del protagonista al verse incapaz” de lograr su venganza imposible. “Los personajes están muy bien caracterizados y la música acompaña y complementa a la perfección en los momentos de máxima tensión”, defiende Amelín.

 

 

Se trata de “obras trabajadas, estudiadas para transmitir lo que la historia quiere contar, sin más miramientos, por lo que aportan esa frescura tan necesaria en el guión y el cariño necesario para rodarlo”, dice el director de un festival en el que “percibimos mucho afecto en cada largometraje, se nota la implicación y el cuidado que se tiene por contar la historia y plasmarla en la pantalla y añaden originalidad en las historias, no son refritos de otras historias ni están hechas para llegar a públicos determinados, como piezas específicas para ser vendidas".

 

En cuanto al público, éste “es consciente de ello y las visiona sabiendo todo el esfuerzo que conlleva una producción de estas dimensiones sin necesidad de preparamiento previo. La respuesta es muy positiva al respecto y no se diferencia del veredicto que tienen en comparación con películas de gran presupuesto; el público es muy crítico y sabe emitir su opinión sin depender de cuanto dinero haya sido invertido detrás de cada producción”. 

 

De este modo, se genera una situación de simbiosis tanto para el festival como para el director que autodistribuye su película, ya que este ‘tiene la oportunidad de poder encontrar nuevas maneras de exhibir su largometraje, mientras a los festivales pequeños como nosotros nos da la posibilidad de aportar nueva programación sin tener que preocuparnos por los derechos de autor y el público tiene la ocasión de descubrir nuevas formas de realizar cine”, concluye Amelín.

 

 

FANTASTIC GORE FESTIVAL DE AMPOSTA

 

El Fantastic Gore Festival de Amposta (Tarragona) celebró su primera edición en 2010, y para la cuarta sus responsables, y miembros también de la productora independiente Kutrefacto Films, decidieron “abrir esta sección, ya que estas producciones no se pueden encontrar en los cines ni en los videoclubs”, conscientes de lo tanto que cuesta mostrar estos trabajos al público, dice el director del festival Jacint Spuny.

 

En su última edición, se han podido ver en Amposta títulos nacionales como las dos últimas películas de César del Álamo, ‘Mí’ y ‘Buenas noches dijo la señorita pájaro’, títulos que han conseguido españolizar el giallo italiano con notables resultados.  También la ópera prima de Iván Ruiz, ‘Lección Debida’, “una película que te engancha desde el primer minuto”, considera Spuny.

 

 

Asimismo, la producción viral de Bruno Texidor y Ezequiel Romero, ‘Nova’, que también su pudo ver en el Festival de Cine Fantástico de Torremolinos, ha encandilado al público por su espíritu #littlesecretfilm, rodada en 24 horas y bajo la premisa de qué hacer con el tiempo que te queda antes del fin del mundo.

 

También aquí se han podido ‘Beyond the Grave’ e ‘IXTAB’, lo que empieza a dibujar un paradigma en el camino a seguir para estas producciones independientes; mientras que la española ’Renegados de la luz’ de Simón Fariza se hace cargo de la presencia vampírica con “una historia al estilo de ‘Jóvenes Ocultos’ (Joel Scumacher, 1987)” y  la italiana ‘The Pyramid’, apuesta por “un toque a lo ‘Hellraiser’ (Cliver Barrer, 1987) y mucho gore”.

 

 

En esta ocasión, el premio se lo lleva la producción belga ‘Solos a bordo’ de Jean-François Guay, todo un homenaje a la Serie B rodado los fines de semana, con una producción ínfima y con tintes de road movie que según Spuny “lo tiene todo, necrofilia, gore, humor, gangsters, una historia de amor… todo esta muy bien atado y trabajado”.

 

Para el director de Amposta, estos títulos modernos tienen “de todo un poco” como para continuar la histórica tradición del histórico cine trash, “como no tienen casi presupuesto se las ingenian para atrapar al público con otras armas, es la Serie B del siglo XXI”. Mientras tanto, se genera una relación de simbiosis, tanto para el realizador como para los festivales, “ellos tienen la oportunidad de presentar sus trabajos en los festivales y nosotros de mostrar obras inéditas para el espectador”.

 

 

UC (Manu Cabrera).